Me soñé en un tren antiguo, en una locomora, en un lindo atardecer. Y yo y una o dos personas más, desconocidas queríamos atenderlo para salir a andar.
Entre eso, me veo arriba del tren junto a mi hijo pequeño de 8 años, afrontando me mi barbara colorina o roja (así me crece) y en la máquina de afeitar veía abundante barbara o pelo cortado, hasta que me quedaba la cara suave y tersa. Me sentía bien, en paz. El lugar era una zona típica del sur de Chile que a mi me gusta mucho, un museo en Santa Cruz en la VI región.
Me soñé en un tren antiguo, en una locomora, en un lindo atardecer. Y yo y una o dos personas más, desconocidas queríamos atenderlo para salir a andar.
Entre eso, me veo arriba del tren junto a mi hijo pequeño de 8 años, afrontando me mi barbara colorina o roja (así me crece) y en la máquina de afeitar veía abundante barbara o pelo cortado, hasta que me quedaba la cara suave y tersa. Me sentía bien, en paz. El lugar era una zona típica del sur de Chile que a mi me gusta mucho, un museo en Santa Cruz en la VI región.