Soñé que mi papá nos dejaba por otra mujer (lo cual es en parte cierto ya que engañó a mi mamá) lo cual dejaba a mi madre totalmente cambiada, no comía y no dormía. Yo la escuché gritar “Mira, el suicidio que tanto evitabas!!” desde la cocina, yo me asustaba y bajaba las escaleras corriendo para encontrarla con su brazo izquierdo muy flaquito y débil, aparentemente se había tomado unas pastillas para quitarse la vida. Yo comenzaba a llorar y le suplicara que se detuviera, diciendo “No puedo sin tí, por favor no me dejes sola”, ella sacaba um cuchillo y me amenazaba que no llamara a la policía. Al parecer se desmayó y yo llamé a emergencias pero ya era demasiado tarde. Las noticias se llenaron de mi historia. Yo llamaba a mi mejor amiga y lloraba en el teléfono, diciendo que todo era mi culpa. Después llamaba a una amiga de mi madre (ella vive en California) y le suplicaba que me ayudara ya que no podía sola. Al parecer ella me ofreció quedarme a vivir en su casa.
Después me ví en un auto por una carretera muy larga donde estaba dicha amiga de mi difunta mamá y otras personas que se veía que yo conocía (aunque en la vida real nunca las he visto). Viajábamos por mucho tiempo hasta parar en una aldea que parecía africana, de alguna forma acabábamos entrando y quedando en medio de una masacre, todos morían menos yo, mi grupo, y un joven negro de mi edad. Quedábamos varados en una pequeña cabaña ya que el resto del camino y la carretera estaban cubiertos de nieve. Extrañamente Oria (la amiga de mi mamá) y quien parecía su esposo estaban adentro de la cabaña mientras yo y el joven dormíamos afuera. Yo estaba desnuda de la cintura hacia arriba.
Pasó el tiempo y un ranchero nos encontraba, decía que era un viejo amigo y nos dió ropa y un nuevo auto. Ya listos salimos de nuevo a la carretera, la cual estaba descubierta de todo rastro de nieve, pasando por grandes valles y montañas cubiertas de pasto verde y una niebla muy gruesa. Había cercas de alambre y ganado alrededor. También había manadas de lobos salvajes y coyotes. Paramos de nuevo en una pequeña casa de rancho donde había una gran familia asiática que nos pedía que vengáramos la muerte de uno de sus miembros. Nosotros aceptábamos y volvíamos a la carretera (nunca los vimos otra vez).
Terminábamos en una estación de servicio, era de noche y me bajé pra estirar las piernas y cambiar algunos billetes. La máquina parecía tener problemas así que una amable señora ofreció cambiar mi dinero con el suyo. En el asiento trasero estaba un antiguo profesor mío y lo saludaba hostilmente.
Luego de unas palabras la señora puso varios sombreros extraños y ridículos sobre en techo de su auto y me dijo que tomara los que quisiera, yo agarré algunos y encontré unas maletas mezcladas entre los gorros. Cuando las intenté tomar mi profesor salió del auto y arrojó uno de los sombreros que yo había escogido muy lejos con una sonrisa macabra. Yo me enfurecía y me lanzaba a golpearlo, pero el era más fuerte y me acorraló contra otro coche con malas intenciones. En eso llegaba un joven alto y gordo a protegerme (en mi sueño yo lo reconocía como un amigo, aunque en la vida real no sabía quién era), lo tiró al suelo y comenzó a golpearlo, yo me uní y otros amigos se acercaban a hacer lo mismo.
Soñé que mi papá nos dejaba por otra mujer (lo cual es en parte cierto ya que engañó a mi mamá) lo cual dejaba a mi madre totalmente cambiada, no comía y no dormía. Yo la escuché gritar “Mira, el suicidio que tanto evitabas!!” desde la cocina, yo me asustaba y bajaba las escaleras corriendo para encontrarla con su brazo izquierdo muy flaquito y débil, aparentemente se había tomado unas pastillas para quitarse la vida. Yo comenzaba a llorar y le suplicara que se detuviera, diciendo “No puedo sin tí, por favor no me dejes sola”, ella sacaba um cuchillo y me amenazaba que no llamara a la policía. Al parecer se desmayó y yo llamé a emergencias pero ya era demasiado tarde. Las noticias se llenaron de mi historia. Yo llamaba a mi mejor amiga y lloraba en el teléfono, diciendo que todo era mi culpa. Después llamaba a una amiga de mi madre (ella vive en California) y le suplicaba que me ayudara ya que no podía sola. Al parecer ella me ofreció quedarme a vivir en su casa.
Después me ví en un auto por una carretera muy larga donde estaba dicha amiga de mi difunta mamá y otras personas que se veía que yo conocía (aunque en la vida real nunca las he visto). Viajábamos por mucho tiempo hasta parar en una aldea que parecía africana, de alguna forma acabábamos entrando y quedando en medio de una masacre, todos morían menos yo, mi grupo, y un joven negro de mi edad. Quedábamos varados en una pequeña cabaña ya que el resto del camino y la carretera estaban cubiertos de nieve. Extrañamente Oria (la amiga de mi mamá) y quien parecía su esposo estaban adentro de la cabaña mientras yo y el joven dormíamos afuera. Yo estaba desnuda de la cintura hacia arriba.
Pasó el tiempo y un ranchero nos encontraba, decía que era un viejo amigo y nos dió ropa y un nuevo auto. Ya listos salimos de nuevo a la carretera, la cual estaba descubierta de todo rastro de nieve, pasando por grandes valles y montañas cubiertas de pasto verde y una niebla muy gruesa. Había cercas de alambre y ganado alrededor. También había manadas de lobos salvajes y coyotes. Paramos de nuevo en una pequeña casa de rancho donde había una gran familia asiática que nos pedía que vengáramos la muerte de uno de sus miembros. Nosotros aceptábamos y volvíamos a la carretera (nunca los vimos otra vez).
Terminábamos en una estación de servicio, era de noche y me bajé pra estirar las piernas y cambiar algunos billetes. La máquina parecía tener problemas así que una amable señora ofreció cambiar mi dinero con el suyo. En el asiento trasero estaba un antiguo profesor mío y lo saludaba hostilmente.
Luego de unas palabras la señora puso varios sombreros extraños y ridículos sobre en techo de su auto y me dijo que tomara los que quisiera, yo agarré algunos y encontré unas maletas mezcladas entre los gorros. Cuando las intenté tomar mi profesor salió del auto y arrojó uno de los sombreros que yo había escogido muy lejos con una sonrisa macabra. Yo me enfurecía y me lanzaba a golpearlo, pero el era más fuerte y me acorraló contra otro coche con malas intenciones. En eso llegaba un joven alto y gordo a protegerme (en mi sueño yo lo reconocía como un amigo, aunque en la vida real no sabía quién era), lo tiró al suelo y comenzó a golpearlo, yo me uní y otros amigos se acercaban a hacer lo mismo.